Joyas para el Piercing Tragus

Piercing tragus

Entre la gran variedad de piercings en la oreja que existen, el tragus es uno de los más sutiles, pero sin dejar de ser atrevido. El trago o tragus es el pequeño cartílago situado delante del conducto auditivo. No está tan expuesto como el lóbulo o el hélix, pero como sobresale entre la oreja y la cara, no pasa desapercibido. Al ser una zona de la oreja de menor tamaño, funciona bien con joyas más pequeñas y de diseño aparentemente sencillo que invitan a mirar más de cerca. En nuestra selección podrás elegir entre multitud de estilos para sorprender a todo el mundo.

Un piercing tragus es el punto único entre delicadeza y originalidad, la discreción a la última que capta todas las miradas. Es el pequeño detalle que completa el look perfecto, la chispa que enciende los fuegos artificiales de tu outfit. Por supuesto, la sofisticación de este tipo de piercing combina también con otros accesorios más extravagantes en la oreja, como demuestra a menudo Zoë Kravitz con sus impresionantes constelaciones de joyas.

Otra alternativa es el piercing anti tragus, que se sitúa en el lado opuesto del tragus normal, (justo encima del lóbulo) y ofrece espacio para joyas más grandes, si eso es lo que te va. Puedes lucir ambas variantes a la vez y combinar tus joyas en un creativo piercing tragus doble que exprese tu personalidad en todo su esplendor.

En nuestra colección encontrarás infinidad de sutiles tesoros, entre ellos pendientes para el tragus, barras, aros y labrets. Estos son los tipos de joyas ideales para lucir en el tragus, ya que están disponibles en los tamaños más pequeños. Cada diseño tiene su propio encanto; solo tienes que descubrir los que hacen juego con el tuyo.

¿Te decantas más por el look minimalista de un aro sin fin, en un clásico color oro o plateado, o quizás prefieres algo más funky, como los reflejos de arco iris? Si lo que buscas es brillo y destellos, te encantará lucir una línea brillante de piedras alineada con tu oreja, que capte la luz a tu alrededor para llamar ligeramente la atención. También puedes atreverte con la intrincada belleza de un labret multicolor con , para mostrar a tu público quién es la reina.

Sea cual sea tu estilo único, tenemos algo impresionante para complementarlo con una chispa. Echa un vistazo a la colección y compruébalo.

¿Cuál es el tamaño estándar de las joyas para el tragus?

En las herraduras y aros para tragus, el grosor estándar es de 1,2 mm, y el diámetro suele variar entre los 6 y 8 mm. Cuanto más ancho es el aro, menos presión ejerce sobre el piercing gracias a su curva más suave, pero también ocupa más espacio. Lo ideal para ti dependerá de lo que te resulte más cómodo, teniendo en cuenta la forma de tu oreja. Si tienes dudas, pide consejo a tu piercer.

En el caso de los labrets y las barras, el grosor y longitud de barra estándar son 1,2 mm y 6 mm, respectivamente. Las barras, ya sean rectas o curvadas, suelen incluir una bola en cada extremo, por lo que ocupan más espacio en el interior del tragus que los labrets, que tienen una base plana. El tamaño estándar de las bolas es de 3-4 mm.

Ten en cuenta que si llevas joyas más finas que el calibre de tu piercing, este se irá haciendo más pequeño, lo que dificultará la colocación posterior de aros y barras más gruesos.

¿Cuánto duele un piercing tragus?

En una escala del 1 al 10, el dolor de hacerse un piercing en el tragus es de un 4. Eso quiere decir que duele un poco, pero sobrevivirás y te alegrarás de habértelo hecho. Evidentemente, solo debes hacerte el piercing con un profesional de confianza que siga el procedimiento adecuado.

¿Cuánto tardará mi piercing tragus en curarse?

Por lo general, el cartílago no es tan blando como el lóbulo de la oreja y tarda más en cicatrizar. El periodo de curación inicial de un piercing en el tragus es de 6 a 12 meses, pero puede alargarse si no se cuida como es debido. Asegúrate de protegerlo de infecciones y de presiones excesivas.

¿Cómo debo cuidar mi piercing tragus mientras cicatriza?

Durante la cicatrización inicial, limpia tu nuevo piercing dos veces al día: una con agua y un jabón delicado, y otra con solución salina. El resto del tiempo, evita tocar el piercing hasta que esté completamente curado; de lo contrario, podrías provocar una infección o irritarlo. No cambies ni te quites la joya.

Intenta no dormir sobre la oreja que se está curando. La mayoría de gente lleva el piercing tragus en una sola oreja, pero si quieres hacerte los dos, debes dejar que el primero cicatrice antes de hacerte el segundo, por tu propia comodidad. Así podrás también hablar por teléfono, utilizar auriculares y demás en la oreja no perforada durante el periodo de cicatrización.

¿Cómo cambio mis joyas en el tragus?

Mientras tu tragus cicatriza, deja que la joya colocada por el piercer permanezca en su sitio. Las barras rectas o los labrets son preferibles a los aros o barras curvadas, ya que se adaptan mejor a las hinchazones. Una vez el piercing haya cicatrizado por completo, puedes cambiar a la joya que quieras.

Cambiar las joyas del tragus puede ser complicado, porque se dispone de espacio limitado para la colocación. Asegúrate de conocer el mecanismo de cierre específico de tu joya antes de ponértela. La mayoría de nuestras joyas incluyen sistemas muy cómodos, como los aros segmentados con bisagra o clickers, o las barras y labrets con rosca interna, que pueden abrir y cerrarse fácilmente desde la parte frontal del tragus.

Lávate siempre las manos antes de cambiar de diseño y no dejes nunca tu piercing sin joya mucho tiempo, porque rápidamente puede cerrarse lo suficiente como para dificultar la inserción de nuevas joyas.

¿Cómo limpio mis joyas para el tragus?

Cualquiera de nuestras joyas de piercing debe limpiarse pasándole suavemente un paño de microfibra seco que no haya sido tratado con ningún producto químico. Es supersencillo y, aun así, marca la diferencia si quieres que tus tesoros luzcan toda su belleza.

¿Qué material es mejor utilizar en joyas para el tragus?

Siempre recomendamos joyas de titanio para piercings recién hechos, además de PTFE o bioplástico, porque resultan suaves para la piel, especialmente si tienes alergia al níquel. Por lo demás, el oro de 14 quilates o el acero quirúrgico son opciones magníficas y elegantes.