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Cuidados para Piercings

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Cuidados posteriores de los piercings

Hacerse un piercing requiere mucho más que una visita rápida al estudio de piercing. Si ya tienes alguno, sabes que unos cuidados posteriores adecuados son esenciales para cualquier piercing. Aquí encontrarás todo lo que necesitas para unos cuidados óptimos mientras tus piercings cicatrizan, con los que conseguirás los mejores resultados en tus nuevos accesorios. Y gracias a nuestros rapidísimos envíos, no tendrás que esperar para tener estos imprescindibles en tus manos.

Siempre recomendamos limpiar los piercing recién hechos dos veces al día mientras se curan. Una de las limpiezas debe hacerse con agua y un jabón suave, es decir, sin perfumes, colorantes ni productos químicos agresivos, y que no sea un jabón antibacteriano; y la segunda limpieza se hace con solución salina. Realízalas en diferentes momentos del día.

En ambos casos, la rutina de cuidados posteriores de tus piercings empieza por lavarte bien las manos antes de tocar nada, incluidos los piercing y las joyas. A continuación, aplica agua jabonosa o solución salina, según convenga, y luego aclara para no dejar ningún resto. Para terminar, seca el piercing dándole suaves golpecitos con un trozo de papel limpio, sin frotarlo ni utilizar una toalla de tela, que solo irritaría el piercing y podría exponerlo a bacterias.

Procura no tocar el piercing ni las joyas, excepto cuando para limpiarlo. Durante la limpieza, no muevas la joya o podrías alterar la herida; de todos modos, no es necesario para el proceso de limpieza.

Como ves, los cuidados posteriores tienen varios aspectos vitales, por lo que existen diferentes tipos de productos para el cuidado de los piercings. En primer lugar, el agujero de un piercing recién hecho es una herida que necesita cicatrizar, por lo que el objetivo principal de los cuidados posteriores es garantizar que no sufra infecciones. La mayoría de tipos de piercing están bastante expuestos, lo que significa que las heridas tienden a ser especialmente vulnerables. Es difícil evitar por completo el contacto con la ropa, las manos, el pelo, las gafas, etc., pero es importante tener en cuenta que, cada vez que algo toca un piercing en proceso de cicatrización, se introducen bacterias en la herida.

Por eso es muy importante limpiar bien la herida a diario con el jabón adecuado. Si el piercing se infecta, el proceso de curación se retrasará y tendrás que tener aún más cuidado y paciencia. También es aconsejable que te prepares para cualquier accidente llevando contigo toallitas desinfectantes, por si necesitas limpiarte el piercing al momento.

Cuidados De Un PiercingCuidados De Un Piercing

Igual de esencial que limpiar el piercing a diario es utilizar una solución salina. La sal extrae el exceso de líquido de las heridas para que cicatricen más rápidamente. Aunque las secreciones son una parte completamente natural y necesaria del proceso de cicatrización, a una herida que supura en exceso le cuesta "respirar", por así decirlo. Aplicar una solución salina todos los días es imprescindible para mantener una higiene adecuada en tu nuevo piercing.

Eso sí, no debes utilizar jabón ni suero fisiológico en piercings en la lengua ni para el interior de piercings en el labio o mejilla. En su lugar, utiliza un enjuague bucal sin alcohol ni agua oxigenada. También puedes optar por bastoncillos antisépticos que permiten limpiar los piercings sin tocarlos con las manos. Una higiene bucal general también es necesaria, así que recuerda cepillarte los dientes y usar hilo dental después de cada comida. Utiliza un cepillo de dientes suave y guárdalo lejos de otros cepillos. Además, este tipo de piercings puede hacer que se forme placa en tus joyas, por lo que limpiarlas también debe formar parte de tu rutina de cuidados.

Por último, te invitamos a prevenir olores y un aspecto antiestético en tu herida en proceso de curación; existen productos para los cuidados de los piercings que están diseñados específicamente para ello. Un nuevo piercing es naturalmente propenso a la hinchazón e inflamación a medida que se cura, lo cual puede ser un poco incómodo. Por suerte, en Bodymod encontrarás un magnífico aceite de árbol de té para hacer frente a estos problemas. Resulta especialmente útil para las dilataciones, ya que el proceso de dilatación suele ser muy intenso para la piel.

Cuidados posteriores - Reglas básicas

No nos cansamos de repetirlo: lávate las manos antes de limpiarte el piercing y no lo toques en ningún otro momento. Esto incluye no utilizar ningún cosmético ni producto de higiene sobre el piercing o cerca de él, como cremas o maquillaje. Si necesitas hidratar, una opción segura es el aceite de jojoba, que simula la humedad natural de la piel (nota: no apto para consumo oral).

Sigue una rutina fija de limpieza. Excederse puede ser tan malo como quedarse corto. Sabemos que te encanta tu nuevo piercing y que quieres tratarlo bien, pero si te empeñas en limpiarlo constantemente solo conseguirás dañar la herida. Recuerda que un piercing en proceso de cicatrización es muy sensible, así que trátalo siempre con delicadeza.

Es preferible ducharse a bañarse, ya que las bañeras tienden a acumular gérmenes. Y, por supuesto, no te bañes en piscinas, lagos o en el mar, al menos sin un parche impermeable sobre el piercing.

Procura que tus sábanas estén limpias. Si tienes un piercing en la oreja, duerme sobre el lado opuesto o considera la posibilidad de utilizar una almohada de viaje con un agujero para que el piercing esté en contacto con ninguna tela. Para los piercings en las orejas y en la cara en general, un buen consejo es meter la almohada dentro de una camiseta limpia, cambiándola de superficie cada noche durante cuatro noches por camiseta.

Algunos piercings se encuentran en zonas que se mueven mucho, como el ombligo o los pezones, lo que altera el proceso de cicatrización. Una buena idea es llevarlos cubiertos con algo ajustado, como un sujetador deportivo, para evitarles las turbulencias del día a día. Si tienes un microdermal (que puede colocarse básicamente en cualquier parte del cuerpo), un pequeño parche es la solución más versátil a este problema.

Queremos ayudarte a cuidarte. Por eso, te proporcionamos todo lo esencial, así como algunos productos para los problemas menores de bienestar a los que podrías enfrentarte durante el periodo de cicatrización de tu piercing. ¡Estamos deseando ver tu nuevo estilo en acción!

FAQ

¿Cuáles son los mejores productos para los cuidados de los piercings?

Aunque puedes utilizar productos para el tratamiento general de heridas, no hay razón para no optar por productos especializados para cuidados de piercings. En nuestra tienda encontrarás muchos artículos producidos teniendo en cuenta las necesidades de tus piercings. Por ejemplo, no es aconsejable mezclar el agua salada, ya que debe ser estéril y tener una baja concentración de sal para no resecar la piel. Por eso, lo ideal es comprar una solución salina isotónica creada expresamente para tu piercing.

¿Cómo limpiar mis piercings?

Debes limpiar tu piercing dos veces al día durante todo el periodo de cicatrización. Límpialo una vez con agua y un jabón apto para pieles sensibles, como jabón para bebés o jabón íntimo. Más tarde, límpialo de nuevo con una solución salina aplicándola sobre el piercing -o, si puedes, sumergiéndolo en la solución- durante unos minutos antes de enjuagarlo con agua. Asegúrate de limpiarte las manos antes de cada limpieza y no toques el piercing en ningún otro momento, ni con las manos, ni con la ropa, ni con ninguna otra cosa.

¿Cuánto tiempo deben durar los cuidados?

Tu rutina de cuidados de tu piercing empieza el día en que te lo hacen y debes mantenerla hasta que esté completamente curado. Por lo tanto, ten paciencia y no te saltes las limpiezas. Tú y tu piercing os merecéis todos los mimos para evitar problemas con el proceso de cicatrización, así que debes estar pendiente de él todos los días.

¿Cuánto suelen tardar los piercings en cicatrizar?

El tiempo de curación varía mucho según el tipo de piercing. Los piercings en el lóbulo de la oreja y en el tabique nasal suelen cicatrizar muy rápido, pero incluso estos tardan entre 2 y 4 meses. Muchos tipos pueden tardar hasta 12 meses, como los piercings en el pezón y en el ombligo, y la mayoría de piercings en la oreja. Por supuesto, el tiempo que tarde tu piercing en curarse dependerá en gran medida de los cuidados que le des, así que hazte un favor y trata bien tu nuevo piercing para que la cicatrización sea lo más corta y tranquila posible.

¿Cómo sabré que mi piercing está curado?

Se sabe que cualquier herida está curada cuando ya no duele en absoluto, ni siquiera cuando se le aplica presión, y la piel recupera por completo su tersura y flexibilidad habituales, sin asperezas, hinchazón ni inflamación. Dicho esto, tal y como funciona nuestro organismo, el primer paso al curar una herida es cerrarla para evitar infecciones, lo que significa que, aunque la superficie de la piel parezca estar bien de nuevo, el tejido aún no ha terminado de cicatrizar. Supervisar tu dolor ayuda a determinar si el proceso de cicatrización sigue su curso. Si tienes dudas, es mejor prevenir que curar y continuar con los cuidados posteriores un poco más, o también puedes consultar a tu piercer.

Por supuesto, una vez el piercing se haya curado del todo, deberás limpiarlo como cualquier otra parte del cuerpo. Y mantén siempre las joyas puestas, porque incluso un piercing antiguo puede estrecharse o cerrarse por completo en cuestión de minutos si se deja solo.