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Problemas Frecuentes Con Piercings Y Cuidados

Tu Guía Completa de Cuidados Para Piercings, Mantenimiento y Prevención de Complicaciones

Los cuidados posteriores a hacerse un piercing son cruciales para conseguir piercings bonitos y bien curados. Como punto de partida, siempre debes seguir los consejos de tu piercer. Cuando se trata de los cuidados de los piercings, lo mejor es informarse bien para acelerar el proceso de curación y evitar errores. Las recomendaciones de Bodymod sobre cuidados se basan en la Asociación de Piercers Profesionales, la mayor asociación de piercers profesionales del mundo.

¿Con qué frecuencia debo limpiar mi piercing?

Quienes se hacen su primer piercing tienden a cuidarlo constantemente. Pero limpiarlo con demasiada frecuencia puede causar algunos problemas. Un piercing recién hecho debe dejarse tranquilo y no manipularse más de lo necesario.

Como regla general, lava tu piercing nuevo por la mañana y por la noche, y siempre que haya estado expuesto a la suciedad.

¿Cómo lavo mi piercing?

  1. Lávate bien las manos cada vez que tengas que limpiar el piercing.
  2. Límpialo con un jabón de pH neutro o con una solución especial para cuidados de piercings para eliminar las bacterias, y acláralo con agua. No es necesario que te quites la joya (¡el piercing puede cerrarse en cuestión de un par de minutos!) pero puedes hacerlo si quieres.
  3. Puedes utilizar una solución salina isotónica para lavar tu piercing. Si está infectado, se curará más rápido.
  4. Por último, límpialo con un paño o una toalla limpia.
Guía De Cuidados Para PiercingsGuía De Cuidados Para Piercings

¿Por qué mi piercing huele mal?

Si tu piercing huele, no te preocupes; tu piel genera sebo de manera natural que, al ser descompuesto por las bacterias, puede crear olores fuertes. Para evitarlo, utiliza un producto desodorante que elimine las bacterias.

¿Puedo preparar una solución salina isotónica casera?

¡La respuesta es sí! En lugar de comprarla, puedes preparar tu propia solución salina isotónica añadiendo 1/4 de una cucharadita de sal sin yodo a un vaso de agua (250 ml). Llévala a ebullición y luego déjala enfriar. Lo ideal es sumergir el piercing en la mezcla. Si, por ejemplo, tienes un piercing en la oreja, puedes inclinar la cabeza y sumergirla en un recipiente con solución salina. Puede que esto no sea posible en el caso de algunos piercings; si es así, puedes utilizar un trozo de tela limpio que no desprenda material.

Ten en cuenta que no debes reutilizar la solución salina isotónica. Puedes hacer una cantidad mayor y meterla en un recipiente estéril y cerrado. Guárdala en el frigorífico y vierte la cantidad que necesites en otro recipiente antes de utilizarla. No debes almacenar la solución salina casera durante más de siete días, y debe estar entre tibia y a temperatura ambiente antes de aplicarla.

¿Cómo evito las cicatrices en mis piercings?

Si te haces un piercing, siempre se formarán cicatrices. Haz todo lo posible para acelerar el proceso de curación; cuanto más tarde en cicatrizar una herida, más prominente será su cicatriz. Es importante seguir al pie de la letra los consejos de tu piercer y vigilar muy de cerca tu piercing durante todo el periodo de cicatrización.

¿Qué debo saber antes de decidir dejar que mi piercing se cierre?

Si decides quitarte la joya del piercing y dejar que se cierre, puedes utilizar un producto que contenga vitamina E para lubricar la zona en que se encontraba. La vitamina E ayuda a que la piel se contraiga adecuadamente, y suele ser un buen remedio para las cicatrices antiestéticas. Ten en cuenta que nunca debes utilizar aceites en los piercings que aún están cicatrizando.

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