Te presentamos un aro sin fin con una bola fijada en uno de sus extremos. Esta bola es un ópalo sintético, o sea artificial, que no ha sido extraído de la naturaleza, sino que está hecho a partir de una mezcla de resinas. Sin embargo, apenas podrás apreciar la diferencia a simple vista.

Como la bola no se puede separar del aro, tampoco se puede caer, así que no la vas a perder. Esta es una gran ventaja para este tipo de aros. Pero no existen ventajas sin algún inconveniente: este aro puede ser un poco difícil de abrir y cerrar en ciertos tamaños. Cuanto menor sea el grosor de barra y mayor sea el diámetro que elijas, más fácil será manipular la joya. Imagina lo fácil que es doblar un cable de acero y lo difícil que es doblar una moneda. Pues el mismo principio se aplica en este caso.

Te recomendamos abrir y cerrar este aro como si quisieras crear una forma de espiral. Si lo haces así no perderá su elasticidad y podrá conservar su forma original. No debes abrir el aro separando los extremos de lado a lado. Además, también te recomendamos coger el aro por dos puntos y nunca por la bola, ya que si lo abres y cierras a menudo, el aro se puede estropear por el punto más cercano a la bola y se puede llegar a romper.

Recuerda que el diámetro de la bola puede variar en función del tamaño del aro. O sea, cuanto mayor es el grosor de barra, mayor es la bola.