Problemas Frecuentes Con Piercings Y Cuidados
Si el piercing lo realiza un piercer profesional y se cuida según sus recomendaciones, es muy difícil que algo vaya mal. Aun así, a veces pueden surgir problemas causados por diferentes motivos, dependiendo de la ubicación del piercing y de cómo lo hayas tratado.
Una higiene de manos y uñas adecuada es la máxima prioridad para conseguir un piercing limpio y sin infecciones.
Lava tu piercing solo por la mañana y por la noche, o cuando sea necesario. Si limpias tu piercing nuevo con demasiada frecuencia, eliminarás las células de piel que se acaban de formar a su alrededor, así como la capa de grasa natural que el cuerpo utiliza para regenerarse; es un poco como bañarse demasiado a menudo. La piel puede enrojecerse e irritarse si eliminas sus propiedades naturales.
Para asegurarte de que tu nuevo piercing se cure, lávalo solo por la mañana y por la noche, y cuando esté especialmente sucio.
Si tu piercing está hinchado, además de lavarlo a menudo debes aplicarle agua salada isotónica para reducir la hinchazón. Esta mezcla te ofrece enormes ventajas:
Si te vas de viaje y no quieres tener que llevar un recipiente grande en la maleta, utiliza bastoncillos de algodón monodosis.
También puedes preparar una solución salina isotónica casera. Solo recuerda no utilizar nunca sal de mesa.
Las infecciones pueden producirse cuando los piercings entran en contacto con bacterias.
Si el piercing te lo ha hecho un profesional, habrá utilizado guantes, pinzas estériles, una aguja estéril y, por último pero no menos importante, joyas estériles. La higiene es una prioridad absoluta para los piercers. Menos del 5% de las infecciones en piercings se produce en estudios. El 95% restante aparece durante el periodo de cicatrización.
Si acabas de hacerte tu primer piercing, es posible que tengas algunas dudas sobre cómo saber si está infectado.
En las heridas de los piercings nuevos, puede aparecer líquido con el mismo color amarillento que el líquido de un piercing infectado. Es fácil confundir uno con otro, pero puedes saber si tu piercing está infectado comprobando estos cuatro síntomas:
Si experimentas los cuatro síntomas, con o sin líquido, debes tratar tu piercing como si estuviera infectado.
No te quites la joya, ya que la infección podría quedar atrapada dentro de la piel. Debes tratar la infección con una solución salina isotónica.
Si la infección persiste, haz que la revise un piercer profesional.
Las infecciones pueden tratarse con jabón o clorhexidina si hay un canal abierto a la inflamación. Pero si la infección está atrapada bajo la piel, debe tratarse con penicilina o un antibiótico similar.
En el mundo de las joyas para piercings, las alergias son un tema importante. Cuando las joyas producen alergias, suele deberse a su contenido de níquel.
Podemos asegurarte que todos los productos de Bodymod cumplen con la legislación de la UE sobre la liberación de níquel.
Así que puede llevar nuestras joyas para piercings con total seguridad, sin arriesgarte a desarrollar una alergia al níquel.
La alergia al níquel aparece en la piel en forma de manchas rojas donde la piel ha estado en contacto con metales que liberan níquel. Puede provocar eczemas y ampollas.
Si alguna vez has sufrido erupciones o reacciones alérgicas al llevar plata, es muy probable que sufras alergia al níquel.
Hay una diferencia entre las joyas para piercings que contienen níquel y las que liberan níquel. El acero quirúrgico, por ejemplo, tiene trazas de níquel, pero no lo libera gracias a su acabado micropulido.
Si sufres alergia al níquel, debes utilizar materiales sin níquel, como el titanio, el PTFE y el acrílico.
Los piercings que suelen estar cubiertos por la ropa, como los dermales, el del ombligo, el del pezón y los íntimos, pueden resultarte incómodos si llevas ropa ajustada. En el caso de los piercings recién hechos, puede que incluso te duelan. El primer paso para evitar estas molestias es llevar ropa más holgada. Si el problema persiste, plantéate utilizar joyas más flexibles hechas de PTFE. Pide consejo a tu piercer si ninguna de estas soluciones te funciona: podrá evaluar si el piercing está demasiado expuesto, o probar a colocarte otra joya sin puntas afiladas que se enganchen en la ropa.
Cuando introducimos objetos extraños en nuestro cuerpo, es posible que intente deshacerse de ellos. Por lo tanto, es completamente natural que tu cuerpo rechace las joyas de tus piercings.
Es más probable que esto ocurra en ciertas partes del cuerpo. Por ejemplo, el cuerpo suele rechazar las joyas para piercings dermales.
Con los cuidados adecuados y el material correcto, puedes hacer mucho para evitar que tu cuerpo rechace el piercing.
Es más probable que tu cuerpo repela la joya mientras el piercing está cicatrizando, ya que está en contacto directo con el cuerpo. Una vez que se ha creado una nueva capa de piel entre el agujero del piercing y la joya, la piel nueva forma una barrera entre el cuerpo y el piercing, lo cual reduce significativamente la posibilidad de rechazo.
Puedes ayudar a tu cuerpo a formar la nueva piel proporcionando los cuidados adecuados al piercing y utilizando joyas de PTFE: al ser flexibles, se adaptan a la forma del agujero y del cuerpo. Así evitarás ejercer tanta presión sobre el piercing como con el acero. Pero en algunos casos, como en los piercings dermales, no se puede utilizar PTFE.
¡Nos encanta que estés aquí! ¿Es la primera vez que compras joyas en Bodymod? Puedes contactarnos cuando quieras, nuestra atención al cliente siempre está a punto para ayudarte.
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