¿Pistola…? ¿Aguja…? Los Beneficios De Hacerse Un Piercing Con Aguja

Mucho texto: en el debate entre pistolas perforadoras y agujas, las agujas ganan siempre. Las pistolas utilizan fuerza bruta, no se pueden esterilizar completamente y dificultan la cicatrización. Las agujas son afiladas, estériles y de un solo uso. Esto significa menos traumatismos, menor riesgo de infección y una cicatrización más rápida. Si quieres un piercing duradero, evita las pistolas perforadoras.

Quieres hacerte tu primer piercing, y nos alegramos por ti. Pero es inevitable que surja la primera gran pregunta: ¿pistola o aguja?

A simple vista, ambas hacen lo mismo. Hacen un agujero y colocan una joya en él. Pero la experiencia (y la cicatrización a posteriori) no podrían ser más diferentes. Y créenos, la diferencia es importante.

Analicémoslo sin jerga y con la máxima honestidad.

Cómo funciona cada método

Las pistolas perforadoras

Si estás pensando en hacerte tu primer piercing en algún local de un centro comercial o en una joyería, lo más probable es que utilicen una pistola. Están por todas partes, son rápidas y parecen cómodas.

Pero la verdad es esta: una pistola para piercings es básicamente una grapadora con resorte para tu cuerpo. En lugar de cortar el tejido, introduce un pendiente a la fuerza.

¿Es rápido? Claro. ¿Parece sencillo? Sí. ¿Pero, y a tu cuerpo? Pues no le gusta nada.

¿Por qué? Porque ese método de fuerza bruta = más trauma para tu piel. Más trauma = más hinchazón, más dolor, más tiempo de curación y más posibilidades de infección.

Y aún no hemos hablado de la higiene. Las pistolas suelen estar hechas de plástico y no se pueden esterilizar completamente en un autoclave (la máquina que utilizan los profesionales para eliminar todas las bacterias). Lo que significa que, aunque la joya sea nueva y esté limpia, el dispositivo en sí puede que no lo sea.

Las agujas para piercing

Hablemos de las agujas. Estas son las herramientas que los perforadores profesionales recomiendan por una buena razón.

Una aguja de perforación es afilada, hueca y de un solo uso. En lugar de desgarrar, hace un pequeño canal limpio en la piel. A tu cuerpo le gusta más esta forma porque tiene un espacio limpio para sanar alrededor, hay menos hinchazón, una curación más suave y menos problemas.

Pero aquí está el quid de la cuestión. Las agujas son manejadas por personas que están capacitadas para ello. Los perforadores profesionales conocen la anatomía, trabajan en condiciones estériles y calculan correctamente el tamaño de las joyas desde el principio. En resumen: es más seguro, más inteligente y tu yo futuro te lo agradecerá.

Por qué las agujas se llevan la palma

Vamos por partes.

Mejor higiene

Todas las agujas para piercing están esterilizadas médicamente, son de un solo uso y seguras. No se reutilizan ni se toman atajos para hacerlo más rápido, lo que reduce la posibilidad de contaminación.

¿Sabes qué no tiene tanta higiene? Las pistolas para piercing.

Proceso de curación más suave

Como la aguja realiza una abertura limpia, tu cuerpo sufre menos traumatismos. Menos traumatismos significa que tu piercing se recupera antes, y por lo que hay menos momentos de «¿por qué sigue doliendo?».

Los piercings hechos con pistola suelen provocar una curación más prolongada, cicatrices y un mayor riesgo de infección.

Experiencia profesional y joyas buenas

Con las pistolas, normalmente te quedas con un pendiente de talla única. Con las agujas, los perforadores te colocan la joya del tamaño adecuado en titanio o acero quirúrgico. Sin embargo, hay una pega: las joyas iniciales suelen ser básicas (pendientes o aros sencillos) porque eso es lo que ayuda a que la perforación se cure de forma segura. Puede que no sea amor a primera vista en cuanto al estilo, pero es temporal.

Al fin y al cabo, tu piercing no es solo un momento de cinco minutos. Es algo que llevarás durante años (o quizás para siempre). Así que, ¿por qué no darle el comienzo que se merece?

¿Pero qué hay del factor «me dan miedo las agujas»?

Lo entendemos. Para muchos padres, especialmente las mamás que llevan a sus hijos a hacerse su primer piercing, la idea de una aguja grande (y tal vez incluso el estereotipo de un perforador con muchos piercings o tatuajes) puede resultar intimidante.

Pero la verdad es que solo es un estereotipo. Hay estudios de piercing de todos los estilos. Algunos parecen tiendas de tatuajes, otros se parecen más a salones modernos y luminosos. Pero siempre habrá un estudio que se adapte a tu nivel de comodidad.

¿Y la aguja en sí? Es posible que ni siquiera la veas. Los perforadores expertos suelen ocultar la aguja y, por lo general, es mucho más pequeña y menos dramática de lo que la gente imagina. Irónicamente, la pistola perforadora es más grande, más tosca y mucho más visible.

Así que, aunque la aguja parece más aterradora, en la práctica es la opción más suave y menos intimidante.

Entonces… ¿Pistola o aguja?

Seamos realistas, pues ambas opciones hacen la misma acción. Pero solo una te prepara para tener un piercing que se cura más rápido, se siente mejor y se ve mejor a largo plazo.

La pistola es rápida y llamativa. La aguja es limpia, profesional y favorece la cicatrización. ¿Por cuál apostarías?

Y sobre las joyas…

Aquí viene lo divertido. Las joyas «iniciales» que te da tu perforador suelen ser simples, porque eso es lo que ayuda a la cicatrización. Pero una vez que tu perforación haya cicatrizado, podrás pasar al siguiente nivel.

Ahí es donde entra Bodymod. Piénsalo de esta manera: la aguja te proporciona un comienzo seguro y nosotros te damos esa subida de nivel para tus joyas después. Parece una elección fácil, ¿verdad?

En resumen: Olvídate de la grapadora y opta por la aguja. Luego vuelve a nosotros para la parte de las joyas, porque los piercings curados merecen joyas tan atrevidas como tú.