Piercing Medusa: Tips De Estilo Y Cuidados Esenciales

Si te apetece hacerte un piercing en el labio que llame la atención y que no lleve todo el mundo, el piercing Medusa es ideal para ti.

El Medusa se coloca justo encima del labio superior, en la pequeña hendidura entre la nariz y el labio, llamada filtrum.

¿Qué joyas debo llevar en mi piercing?

Para los piercings Medusa, la mayoría de gente utiliza labrets.

El grosor de barra de los Medusa suele ser de 1,2 mm.

Las medidas de este piercing pueden variar ligeramente, pero no mucho. Algunos piercers prefieren utilizar una aguja de 1,6 mm al hacer el piercing. No pasa nada si te acabas colocando una joya de 1,2 mm en lugar de 1,6 mm: tu agujero se ajustará al grosor de 1,2 mm, y tendrás que utilizar ese tamaño a partir de entonces.

En cuanto a la longitud de las joyas, 8 mm es la más común. Pero las personas con labios más gruesos suelen llevar 10 mm.

Igual que con el resto de piercings en los labios, es importante que utilices una longitud con la que el labret no se asiente contra tus dientes o encías. Para protegerlos, te aconsejamos elegir labrets con base de PTFE.

¿Cómo se hace un piercing Medusa?

Es importante que el Medusa se perfore correctamente; si no es así, podría causarte problemas en los dientes y encías. El proceso para hacerse un Medusa es muy similar al de casi todos los demás piercings en los labios, como el Madonna:

• El piercer desinfecta a fondo la zona y marca la ubicación del piercing con un marcador estéril y desechable.
• Sujeta el labio superior con unas pinzas y realiza un rápido pinchazo con una aguja desechable. Finalmente, introduce la joya en la perforación.

Después, deberás cuidar bien tu nuevo piercing, ¡y ya estará listo para lucirlo!