La Guía Esencial para Lucir Joyas para Piercing en la Playa: ¿Ponérselas o No Ponérselas?

Sabemos cómo te sientes. De verdad que sí. Igual que tú, lo único que deseamos es darnos un buen baño y refrescarnos del sofocante calor de verano. Y siempre con mucho estilo, claro. Pero, ¿qué pasa con tus joyas? Sigue leyendo para descubrir cómo proteger tu joyería en la playa y mantener esa aura radiante que tanto te caracteriza.

Joyas para piercing seguras para nadar

La gran pregunta: ¿puedo bañarme en el mar con mis joyas puestas? Por supuesto que sí. Queremos que seas tú, que luzcas tu esencia y brilles incluso más que el sol. Eso sí, si vas a llevar joyas en el agua, asegúrate de que sean waterproof (parece obvio, pero no lo es). Aquí tienes un resumen:

Los materiales waterproof incluyen: titanio, acero quirúrgico, acrílico y PTFE, y con ellos puedes disfrutar tranquilamente de todas las actividades acuáticas. Pero, ¡oye! No olvides cuidar tus joyas y limpiarlas después de nadar. Porque, aunque el mar es azul y precioso, no está limpio.

Por otro lado, las joyas de oro y plata no son recomendables, ya que estos metales son vulnerables al agua salada (y también a los productos químicos de las piscinas). Lo mismo ocurre con materiales porosos como la madera, el hueso o el cuerno, que absorben el agua como si fueran una esponja y pueden decolorarse. No son adecuados para la playa y pueden estropearse fácilmente, arruinando no solo tu look, sino también la propia joya.

Por último, ten cuidado con las joyas que lleven piezas pequeñas, como piedras o colgantes. Mejor optar por algo más sencillo, por si acaso se pierde alguna pieza o parte de la joya en la playa.

¿Es el agua salada mala para las joyas?

Mientras tu piercing esté totalmente curado, puedes nadar en el mar sin problemas y presumir de tus joyas veraniegas. Sabes que ha cicatrizado cuando ya no hay enrojecimientos ni hinchazón, y la piel se ve lisa y uniforme.

Aun así, te recomendamos que, después de cada baño, enjuagues tu piercing. Si dejas que el agua salada se evapore sobre la piel, dejará un residuo que la reseca, y, como la piel tiende a tensarse, podrá causar molestias y dificultar el poner o quitar la joya. Por lo demás, no hay de qué preocuparse.

Sin embargo, si tu piercing es reciente o no sabes si está completamente curado, evita el agua durante un tiempo. Nadar con un piercing nuevo no es buena idea, ya que el agua no estéril puede causar infecciones. Pero no te preocupes: estás igual de impresionante en tierra firme que en el agua.

Y listo, sin más preocupaciones. Sigue estos consejos y podrás disfrutar del verano con total seguridad, manteniendo tu estilo y tu esencia intactos. ¡A divertirse!