Guía Completa De Piercings En El Ombligo Y Sus Cuidados

El piercing del ombligo es uno de los más populares en el mundo occidental, y también lo es en Bodymod. Los punks fueron quienes popularizaron este tipo de piercing a finales de los 80. Hoy en día, suelen llevarlo las chicas jóvenes. Pero, en realidad, cualquiera puede lucirlo.

¿Qué es un piercing en el ombligo?

Un piercing en el ombligo puede hacerse de dos maneras. La más habitual es perforar la piel aproximadamente 1 centímetro por encima del ombligo.

Otra forma de hacerlo es perforar la piel justo debajo del ombligo. Este tipo se llama piercing en el ombligo invertido.

¿Qué tipo de joya elijo?

Las barras curvadas, a menudo llamadas bananas, son las que más se llevan en el ombligo. Puedes elegir una más sencilla o bien decantarte por un atrevido colgante.

Si tienes el piercing invertido, puedes llevar barras para el piercing invertido, o simplemente barras curvadas normales puestas al revés. Cada vez se llevan más los aros en el ombligo, pero solo deben ponerse una vez el piercing esté totalmente curado.

¿Cómo se hace un piercing en el ombligo?

El procedimiento para hacerse un piercing en el ombligo es el mismo que el de muchos otros piercings.

1. Primero, el piercer desinfecta la zona y marca el lugar exacto con un marcador de piel estéril.
2. Luego, sujeta la zona con unas pinzas estériles para comprimir la piel y pasa una aguja hueca estéril de un solo uso: sentirás un breve pinchazo. A continuación, el piercer retira ligeramente las pinzas y coloca un tapón de corcho en el extremo de la aguja para proteger la piel.
3. Entonces, introduce la barra de la joya en la aguja hueca, retira la aguja y enrosca la bola a la joya.
4. Finalmente, vuelve a desinfectar la zona.

¿Cuánto duele hacerse un piercing en el ombligo?

¡Poquísimo! En una escala del 1 al 10, el dolor de hacerse un piercing en el ombligo estaría en el 2. Más allá del pinchazo de introducir la aguja en la piel, este piercing no suele causar más dolor. De hecho, es uno de los motivos por los que es tan popular.

¿Quién puede hacerse un piercing en el ombligo?

Cada país tiene una legislación diferente en cuestión de piercings y modificaciones corporales.

En España, la edad mínima para hacerse piercings y tatuajes sin consentimiento de un responsable legal es diferente en cada comunidad autónoma.

¿Qué material es mejor?

En los piercings en el ombligo recién hechos se suele llevar titanio, pero cada vez es más popular el acero quirúrgico micropulido, ya que no libera níquel y es un material más barato.

Te recomendamos empezar con una joya de titanio, sobre todo si sufres alergia al níquel.

Evita cambiar la joya de tu piercing mientras se esté curando. Una vez termine el periodo de cicatrización, podrás cambiar la joya por una de acrílico u oro de 14 quilates, por ejemplo.

Si haces mucho deporte, el PTFE es perfecto para ti. Es superflexible y, además, se puede esterilizar con autoclave (máquina especial para joyas de piercing). Es el material más aconsejable si te expones a menudo a flexiones y a golpes.

¿Qué tamaño de joya elijo?

El tamaño estándar de las joyas para el ombligo es de 10 mm de longitud y 1,6 mm de grosor de barra, pero mucha gente acaba llevando barras más cortas.

Si buscas barras llamativas, elige las que tienen una bola superior de 5 mm y una inferior de 8 mm. Para algo más discreto, el tamaño de la bola debe ser de 4 mm en la parte superior y de 6 mm en la inferior.

¿Mi cuerpo puede rechazar el piercing en mi ombligo?

Por desgracia, sí. Todos los piercings tienen riesgo de ser rechazados por nuestro cuerpo. Si el piercing no está bien hecho o si no has usado joyas de los tamaños recomendados por los piercers profesionales, es más probable que tu cuerpo lo rechace.

Si tu cuerpo no ha reaccionado bien al piercing, lo mejor es que te quites la joya y dejes que el agujero se cierre, para volver a hacértelo más adelante. Esta es la opción que la mayoría de la gente acaba eligiendo, porque el cuerpo no suele aceptar los piercings que ya están inflamados.