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Todo Sobre Piercings En El Ombligo

El Proceso de Curación de los Piercings en el Ombligo: Fases, Duración y Consejos

Cuando te haces un piercing nuevo, es esencial cuidarlo bien durante el proceso de cicatrización. La herida de una perforación es delicada, así que debes tomártelo en serio si quieres conseguir un piercing sano y bonito. Aquí te contamos cómo cuidar tu piercing en el ombligo para evitar cualquier complicación.

¿Cuáles son las fases de la curación?

La primera es la fase de inflamación: durante las primeras 24-48 horas, el piercing se hincha, se enrojece y segrega líquido linfático, que circula para eliminar los residuos inflamatorios de la herida.

Después viene la fase de crecimiento: los siguientes 4-24 días, la perforación genera tejido de cicatrización, que protege contra los microbios y ayuda a formar nuevo tejido y vasos sanguíneos. El tejido de cicatrización es de color rojo rosáceo, húmedo y rugoso, pero blando (por eso, debes evitar tocarlo).

Por último, llega la fase de maduración: dependiendo de varios factores, como tu estado de salud general, esta fase puede durar entre 21 días y 2 años. El colágeno blando tipo 3 que se forma durante la fase de crecimiento se sustituye por colágeno tipo 1, lo que hace que las células nuevas sean más fuertes.

Cómo curar un piercing en el ombligoCómo curar un piercing en el ombligo

¿Cuáles son los cuidados y el tiempo de curación óptimos?

Limpia el piercing dos veces al día: una con agua y jabón pH neutro (sin perfumes ni productos químicos agresivos) y otra con suero fisiológico para eliminar el exceso de líquido. Es especialmente importante que lo hagas en la fase de inflamación, al menos durante la primera semana, pero lo ideal es seguir haciéndolo hasta que el piercing esté completamente curado. El suero fisiológico debe ser estéril; lo ideal es utilizar un producto profesional en lugar de preparar tu propio suero.

Para minimizar el riesgo de infección, lávate siempre bien las manos antes de manipular el piercing, y tócalo solo durante la limpieza. Es imposible garantizar que no se infecte, pero haz lo posible por reducir las probabilidades.

La luz solar descompone el colágeno, así que mantente el vientre cubierto cuando estés al aire libre. Ten en cuenta que, debido al contacto constante con la ropa, la limpieza diaria es aún más importante para un piercing en el ombligo.

El vientre se mueve mucho, así que lleva ropa que no se enganche, rasque ni apriete. Lleva tejidos suaves y holgados, sobre todo durante la fase de crecimiento, cuando se forma la costra blanda. Lo ideal es evitar cualquier actividad física que pueda reabrir la herida, como la natación, durante al menos 9 meses.

Para la primera joya, siempre recomendamos utilizar titanio, ya que es muy ligero y no contiene níquel. No te quites la joya ni la cambies durante al menos 3-6 meses, incluso después de que la herida parezca estar curada del todo; puede que el tejido interno aún se esté regenerando.

Antes de cambiarte la joya del ombligo, comprueba con cuidado que el enrojecimiento, la hinchazón, las secreciones y la sensibilidad hayan desaparecido por completo. Si al quitártela te duele o no puedes moverla, significa que aún no es el momento. En caso de que el piercing no esté totalmente curado, lávate antes las manos y el piercing para reducir el riesgo de infecciones.

¿Cuáles son los problemas habituales durante la cicatrización?

Te recomendamos seguir nuestras indicaciones para favorecer el proceso natural de curación de tu cuerpo. Pero recuerda, ¡solo son indicaciones! Cada persona es diferente, así que observa tu propia experiencia de cicatrización y pide ayuda profesional si la necesitas.

Fíjate en si notas:

  • Pus espeso y amarillento (las secreciones deben ser acuosas y transparentes o blancas)
  • Dolor punzante o calor (la perforación debe estar sensible, pero no doler)
  • Enrojecimiento e hinchazón más allá del ombligo (deben ser locales y reducirse en 2 semanas)

Si detectas una posible infección, visita a tu médico para que te indique el tratamiento adecuado.

How to heal belly piercingHow to heal belly piercing

En caso de que tu cuerpo rechace la joya, consulta a tu piercer antes de intentar quitártela para evitar más cicatrices o daños. Si te queda una cicatriz, te resultará más difícil volver a perforarte el ombligo.

En Internet circulan muchos mitos sobre cómo acelerar el proceso de curación de los piercings, pero la realidad es que no existen atajos para curarlos. Como la mayoría de cosas buenas en la vida, requiere tiempo y paciencia; ¡pero siempre vale la pena! Limpiar el piercing y mantener la calma, además de seguir unos hábitos saludables, son las vías más rápidas para la cicatrización. Con cariño y cuidado, ¡tu nuevo piercing en el ombligo brillará tanto como tú!

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