Cómo Abrir Y Cerrar Tus Aros Para Piercing de Forma Segura

Cambiarse las joyas para piercing puede ser complicado. Un movimiento en falso y ya le estás preguntando a Google “como salvar una cuenta de lavabo del baño”. Pero, no te preocupes, ¡te cubrimos! Esta guía te acompaña por el camino de cómo abrir y cerrar aros para piercing sin riesgos y con confianza: sin conjeturas, ni pinzas (bueno, quizás alguna vez sí), ni pánico que valga.

Tanto estés en el espejo del lavabo descifrando cómo hacerlo, o procrastinando por tercer día consecutivo, considera esto como tu chuleta oficial.

Las tres normas doradas antes de comenzar

Norma 1: Tu piercing debe estar curado, sí o sí

Si tu piercing aún se está curando, cambiar la joyería puede causar irritación, infección, o incluso rechazo. Debes esperar a que tu piercer te dé luz verde siempre.

Norma 2: Lávalo como si no hubiera un mañana

Antes de siquiera pensar en abrir el aro:

• Lávate las manos con jabón y agua templada.
• Lava la joya con jabón suave, sin alcohol o con una solución salina.
• (Opcional, pero que empodera) Coloca todo sobre una toalla limpia y canaliza a tu modesta reina interior.

Norma 3 (si se requiere): Saca las herramientas

Para aros más gruesos, es mejor no confiar únicamente en la fuerza de los dedos. Abridores y cerradores harán que el trabajo sea más fácil y mucho menos frustrante.

Cómo abrir y cerrar diferentes aros (paso a paso)

¡Empecemos! Estos son los tipos de aros que dejan a la mayoría de la gente paralizada a mitad del intento. Hablamos de aros cautivos, segmentados y sin fin. Y luego tenemos el más fácil de todos: ¡el legendario clicker!

Aros cautivos (CBR, por sus siglas en inglés)

Luce estupendo, pero es un poco más delicado. Si alguna vez has buscado en Google cómo cambiar un aro cautivo, no has sido la única persona.

¿Qué es? Es un aro metálico con una cuenta sujeta por la tensión del aro. La cuenta suele tener pequeñas hendiduras o una ranura marcada que encaja perfectamente en los extremos del aro.

Para abrir:

1. Coloca una toalla limpia sobre la superficie, ya que las cuentas tienden a desaparecer por los huecos.
2. Sujeta el aro con firmeza con una mano.
3. Con la otra mano, tira suavemente de la cuenta para separarla del aro. La tensión debería liberar la cuenta, y debería salir fácilmente. No es necesario tener la fuerza de Hulk, solo un agarre firme y un poco de confianza.
4. Para aros más gruesos, sigue la norma 3. Necesitarás unos abridores para abrir aros. Coloca los abridores dentro del aro y expándelo suavemente para liberar la cuenta.

Para cerrar:

1. Introduce un extremo del aro en la cuenta. Notarás una pequeña ranura o hendidura diseñada para mantenerlo en su sitio.
2. Sujeta el aro con firmeza y empuja el otro extremo dentro de la cuenta hasta que encaje perfectamente.
3. La tensión debería mantenerlo en su sitio. Dale un ligero empujón para asegurarte de que está bien sujeto.
4. Para aros más gruesos, utiliza de nuevo los abridores y crea con cuidado el espacio suficiente para insertar la cuenta. No ejerzas demasiada presión, ni estires demasiado el aro. Una vez que la cuenta esté dentro, suelta el abridor y deja que el aro vuelva a su posición natural para sujetarlo con seguridad.

Consejos:

• Un poco de luz natural puede marcar una gran diferencia.

Aros segmentados

Parecen aros sin fin, pero funcionan más bien como piezas de un rompecabezas. Si alguna vez has intentado abrir uno y has pensado: «¿Por dónde se abre esto?», ya formas parte del club.

¿Qué es? Es un aro liso con un pequeño segmentado extraíble que se integra perfectamente con el resto del aro.

Para abrir:

1. Busca con atención las dos líneas finas donde el segmentado se une al aro (una a cada lado). Esa es tu señal: el segmentado es totalmente desmontable.
2. Utiliza la uña o una herramienta blanda para empujar o levantar suavemente el segmentado.
3. Deja el segmentado a un lado en un lugar seguro, no directamente en el lavabo.
4. Para segmentados más gruesos, sigue la norma 3. Utiliza unos abridores y ensancha suavemente el aro para liberar el segmentado.

Para cerrar:

1. Alinea el segmentado con la abertura del aro.
2. Presiona suavemente hasta que quede bien ajustado.
3. Dale un pequeño empujón, debe quedar bien sujeto y no moverse.
4. Para aros con segmentados más gruesos, utiliza de nuevo los abridores y crea el espacio suficiente para insertar el segmentado. No ejerzas demasiada presión, ni estires demasiado el aro. Una vez que el segmentado esté en su sitio, suelta el abridor y deja que el aro vuelva a su posición natural para fijarlo.

Aros sin fin

El sueño de los minimalistas: limpio, sencillo y sin piezas adicionales que se puedan perder. Pero, ¿cómo se abre un aro sin fin? Ahí es donde las cosas se giran un poco...

¿Qué es? Un elegante aro con una pequeña hendidura que da la ilusión de ser un círculo perfecto y continuo. Sin cuentas, sin bisagras, solo vibraciones.

Para abrir:

1. Sujeta cada lado del aro, uno con cada mano.
2. Gira los extremos en direcciones opuestas. No los separes, ya que eso lo deformaría irremediablemente.

Para cerrar:

1. Gira los extremos hasta que vuelvan a quedar alineados.
2. Empújalos suavemente hasta que vuelvan a quedar alineados.

Consejos:

• Tirar = Mal. Girar = Bien. Mantiene la forma intacta.
• Esto puede resultar un poco complicado la primera vez, así que no te preocupes si tienes que intentarlo varias veces. Respira hondo. Tú puedes.

Aros con bisagra (Clickers)

Este pendiente de aro con cierre a presión es la reina del pop del mundo de los piercings. Sencillo, seguro y siempre a la moda.

¿Qué es? Un elegante aro con una bisagra incorporada que se abre y se cierra, normalmente con un pequeño y satisfactorio clic. Fácil, ligero, bonito... y sin dramas.

Para abrir:

1. Busca la pequeña bisagra; es una línea delgada donde el aro se abre y se cierra.
2. Sujeta con cuidado la joya con bisagra (utiliza los dedos o unos alicates con puntas de goma si te resbala).
3. Levántala hacia arriba o hacia afuera, y debería abrirse suavemente sin resistencia.

Para cerrar:

1. Coloca la bisagra en su ranura de nuevo.
2. Presiona hasta que oigas o sientas un clic. Listo.

Consejos:

• No lo gires. Ábrelo, insértalo y ciérralo con un clic.
• Si no hace clic, no fuerces. Alinéalo e inténtalo de nuevo.

Consejo extra: ¿Quieres algo fácil? Los aros con cierre a presión son lo mejor. Son fáciles de usar para principiantes, requieren poco mantenimiento y hay más estilos de los que probablemente pueda albergar tu joyero.

Ya sea que estés cerrando tu nuevo aro favorito o persiguiendo una cuenta que se ha escapado por el suelo (oye, estas cosas pasan), recuerda: estamos aquí contigo.

¿Aún no lo ves claro? No pasa nada, tómate tu tiempo. Marca esta guía como favorita y vuelve cuando sientas que es el momento. Y si tienes dudas, tu piercer de confianza está a solo una visita de distancia... o no dudes en ponerte en contacto con nosotros en Bodymod. ¡Estamos aquí para ayudarte!

¿Crees que ya es el momento para lucir tus nuevas habilidades? Anímate, encuentra aquí tus próximos aros para piercing favoritos. ¡Te lo has ganado!